La fé y la espiritualidad como fortaleza para pacientes y médicos

Cuando uno mismo presenta una enfermedad inesperada, hay muchas cosas que pasan por la mente, pero principalmente llega una sensación de temor o miedo.

Como paciente y personal de salud, siempre voy a agradecer a Dios primero, porque te da el valor y la fé para mejorar. Y, segundo, te ayuda a ser más empático con el paciente que lo necesita.

Dios te pone pruebas para ser mejor.

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